Una nueva tragedia para Haití

Todos los medios de comunicación llevan ya días abriendo sus ediciones con noticias al respecto de la última tragedia que ha asolado Haití.
Un terremoto de aproximadamente 7 grados de magnitud sacudió este olvidado lugar de nuestro planeta también sacudido por el hambre, la pobreza y la esclavitud. Haití es otro de los "estados fallidos" donde no ha sido posible instaurar un gobierno lo suficientemente estable y capaz de controlar el país.
Los protagonistas habituales de la historia de Haití son el hambre, la pobreza y la falta de esperanza.
Llama poderosamente la atención la ingente movilización de recursos humanos y económicos que se están llevando a cabo desde que se produjo la tragedia. Llama la atención no por la magnitud de los mismos sino por que "solo nos acordamos de Santa Bárbara cuando truena"......
Haití lleva décadas necesitando nuestra ayuda y solidaridad pero me sorprendo al comprobar que pocas personas conocían esta realidad.
Antes del terremoto, Haití ya era el país más pobre de América además de poseer el triste record de tener el 98 por ciento de su terreno deforestado. Una espantosa gestión de los recursos, erróneas políticas medioambientales y una alarmante falta de recursos por parte de la población que hace que el 80 por ciento de la población utilice leña como combustible, han terminado de obrar el despropósito.
Sólo el 2 por ciento de Haití alberga zonas arboladas con lo cual la población se encuentra hacinada en las ciudades, lugar en el que precisamente el terremoto se dejó sentir con especial virulencia.
Haití ocupa un tercio del territorio de la isla La Española, los dos tercios restantes pertenecen a la república Dominicana. Este segundo enclave quizá nos suene más. Hasta es posible que hayamos disfrutado de unas paradisíacas vacaciones ignorantes del drama diario que tenía lugar a muy pocos kilómetros. Cito esto por que La República Dominicana se nutre de mano de obra barata e ilegal traída o no se si "extraída" de Haití.
Hace unos días me produjo sonrojo leer que está mano de obra ilegal era vital para mantener el entramado turístico del que vive la República Dominicana y que sin ella, se iría al traste.
Durante el caos provocado por el terremoto se han multiplicado los casos de saqueos, traslados de personas como mano de obra barata hacia la república Dominicana, rapto de niños de hospitales y maternidades para destinarlos a la mendicidad y todo tipo de horrores derivados de una situación de caos en un lugar ya de por sí caótico.
Imagino que tras unas semanas de "subidón solidario" volveremos a olvidarnos de Haití para volver a solidarizarnos con nuestra ignorancia de todo lo que sucede y aflige a este planeta en el que unos han de vivir muy mal para que otros vivamos muy bien....seguiremos atentos, mientras nos sigan informando.....

Dédalo

2 comentarios:

  1. Haití y nuestra capacidad de reacción.. efectivamente veo dos cosas: una buena, la capacidad de dar y reaccionar en plan "ayuda" a esos pobres y ala a dar dinerito y solidaridad.. es una mente solidaria la que nos acompaña en estos momentos pero también veo el peligro de "dar" sin sentido de donde, a quién y para qué... ver si ellos, los haitianos, qué necesitan,.. si van a poder aprovechar eso que reciben. Porque veo que se dan zapatos,los tiran por los aires y quien los coja, comida en cantidades ingentes y ... no siento que sea esa su necesidad real. Quizá sea la nuestra de dar y sentirnos salvadores para seguir manteniéndo este mundo de ricos y pobres, víctimas y verdugos, buenos y malos.
    un abrazo. Elena

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  2. Después de leer la entrada de Aníbal sobre Haití, me he metido por curiosidad a ver cuáles son identificados como los países más pobres del mundo,…y según la ONU son Malí, Niger, Guinea-Bissau, Burkina Faso y por último Sierra Leona. Tengo muy poca idea de cómo viven realmente en estos países y confieso que tendría serias dificultades de ubicarlos en el mapa de Africa. Supongo que tenemos una defensa que nos aleja de la mente (ahora que puede) estas situaciones para no sufrir, ante la sensación de impotencia (unida a la falta de hambre).

    Recuerdo que de pequeña pensaba,…si “yo” hubiera nacido en un pueblo sin nada que comer ni vestirme,…pensaría que si tuviera la suerte de nacer en Bilbao y tener un entorno y una educación como la que he tenido,…aprovecharía esa situación para solucionar los problemas de personas como “yo” que por sí solas no pueden. Con el tiempo, cada vez es más “algo conocido que está allí”, que cada vez siento menos que puedo hacer algo por evitar.

    Intelectualmente pienso la injusticia. Emocionalmente me protejo de sentirla.

    ¿Qué de lo que “hago cada día” está conectado con lo que pasa a estas personas como “yo”? ¿y de lo que no hago que podría hacer? Estos enlaces no son visibles, aunque existir existen. Son muy complejos, los enlaces que nos conectan a todos-as. Y nuestras compras de cada día están implicadas. Nuestros ahorros. Y nuestro voto. Y nuestra inacción política (y no me refiero solo a no ser de un partido o a no votar).

    ¿Somos proactivos o reaccionamos?

    Parece que las cosas se están moviendo para que nos ocupemos del “todo del que somos parte”, más allá de nuestra pequeña parte, pero se ve que estamos torpes y tozudos-as en no “movernos” hasta que nos toque a nosotros-as en primera persona Y VEAMOS CLARITO QUE NOS ESTÁ TOCANDO,…en la gravedad de nuestra torpeza en ver y en nuestro liderazgo están grandes claves de nuestro futuro (de todos-as).
    Humus

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