"Ya te digo"

Hace unos días leyendo el periódico encontré un breve articulo titulado "La palabra más bella". Hacía referencia a un concurso en el que se podía votar por la palabra más bella del castellano.
Las palabras y las frases tanto por su significado, sonoridad o musicalidad como por su estética pueden sugerirnos muchas cosas además de permitirnos la comunicación.
En los tiempos que corren me llamó profundamente la atención y me alegró, el saber que quedan personas que todavía se preocupan de esas cosas que por aparentar ser "secundarias", dejamos de lado.
Actualmente vivimos a través de los ojos. Híper sensibilizados a los deslumbrantes estímulos visuales e Infra sensibilizados a casi todo lo demás. Perdiéndonos la belleza oculta a la vista, el misterio, el meollo en muchos casos...... Damos una enorme importancia a lo que se ve y muy poca a lo que no se ve, sin darnos cuenta de que el proceso puede ser tan importante o más que el resultado y que en dicho proceso se encuentra el secreto del resultado....Mientras más aspectos valore, considere y experimente, mi comprensión será mucho más rica y completa y me colocará en un mejor punto de partida para comprensiones posteriores cada vez más complejas y elevadas.
El lenguaje también ha sucumbido a esta "desafección", pateamos el diccionario sin compasión y repetimos mecánicamente los slogans de moda en la tribu. El lenguaje es otra de esas cosas que han pasado a un segundo plano, hemos decidido que es otro de los ámbitos que no vale la pena cuidar.
Queremos expresar todo con 15 palabras, sin esfuerzo, como todo lo demás...La manera en que nos comunicamos puede servir, entre otras cosas, como baremo para conocer la calidad de las relaciones. Cuando el lenguaje se "cutrifica", la riqueza de la conversación disminuye de modo proporcional y hace que nos cueste aún más llegar a un entendimiento sólido pues todo se vuelve demasiado interpretable.
Hay una frase hecha, muy de moda, que sirve para ejemplificar esto y que en cierto modo tiene mucho que ver con nuestra manera actual de entender la vida y refleja el poco cuidado que ponemos en nuestras relaciones y en otros aspectos.
La frase en cuestión es : Ya te digo. Es una frase de uso muy común, demasiado para mi gusto, y he de reconocer que me produce molestias intestinales. Sirve lo mismo para un roto que para un descosido. Puede significar si, no, nada, todo, de acuerdo, lo odio, lo quiero, pronto, también......lo que sea.....Puedes narrar un hecho luctuoso y al terminar te contestarán con cara de pena: Ya te digo.....
Si lo que cuentas es un acontecimiento alegre, sólo hay que variar el gesto. Sonríes y dices:¡ Ya te digo!. Y para colmo la frasecita es tan versátil que te permite salir airoso aún después de no haberte enterado de nada de lo que te han estado contando....en cualquier caso, nadie sabrá muy bien a qué te refieres pero saldrás del paso sin tener que soliviantar a más de tres neuronas a la vez....que nadie moleste, simplemente es un hecho. Esta frase, expresiones como: Guay no son malas en sí mismas lo que ocurre es no sólo se incorporan al lenguaje sino que se transforman en palabras "comodín" y cada una de ellas pasa a sustituir a decenas de las otras con lo cual el lenguaje se empobrece y con el nuestras relaciones y la "calidad" de nuestra expresión que finalmente es parte de nuestra calidad global.....
Hagamos un esfuerzo y cada vez que tengamos la tentación de responder:Ya te digo, propongámonos aportar algo nuevo y enriquecer la conversación con una aportación personal por pequeña que sea, ese pequeño gesto, tendrá resultados tanto dentro como fuera de nosotr@s.
Esta vida "fácil y cómoda" que perseguimos obsesivamente, cada vez me parece más insípida y aborregante además de causar un gran sufrimiento que, quizá por habernos acostumbrado a él, ya no podemos identificar.
Ya te digo....................Dédalo

2 comentarios:

  1. Que la explicación, o la demanda, o la información... sea corta y rápida. Nada de sutilezas, ni de versiones en las que tenga que estar atento/a a lo que me están diciendo, ni otras perspectivas que implementen la mia o que la cuestionen.
    Esto conduce a callar, o a hablar de lo que habla la mayoría, que total para lo que eso aporta, más vale callarse.
    Ni expresarse con calor y pasión porque se entiende como agresión.
    ¡Qué buena forma de ningunear haciendo como que es el ninguneado/a el que tiene el problema!
    ¡Qué buena forma de desautorizar, disminuir, desacreditar, de agredir, de callar a lo diferente!
    ¡¡¡Tú calla!!! ¿A qué os suena eso?

    Luna Nueva

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  2. Lo que hablas Luna Nueva me hace pensar. ¿porqué callo?. primero por comodidad ante la probable explicación o extensidad que hay que ofrecer para hacerse entender. Segundo porque cuando me expreso lo hago con "contundencia" y a veces llega como tu bien dices como si agrediese por lo tanto,también a veces, opto por callar no sólo por no malgastar mi tiempo y expresión sino como medida de ajuste para ver si el propio sistema de alguna manera reclama la expresión.
    Pero esta táctica no sirve, porque también nos acomodamos, me acomodo, a la inexpresión como algo que libera..... sobre todo de ser vistos.
    Ya te digo.
    Cuarto Menguante

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